sábado, 12 de noviembre de 2011

Verás,

 siempre llevo cuanto necesito: aire en mis pulmones y unas cuantas hojas de papel en blanco.
 Me encanta despertarme por la mañana sin saber qué me deparará el futuro, 
a quién conoceré o dónde me llevará la vida.
 Creo firmemente que la vida es un regalo y no pienso desperdiciarla. Nunca se sabe qué cartas repartirá la próxima vez; aprendes a aceptarla tal como viene, así, 




                          cada día cuenta.