y si esto es todo lo que piensas hacer,
mejor no lo intentes...
los recuerdos no ayudan.
+Mañana será otro día.
Recuerdo que empleaba esa frase para tranquilizarme,
caminaba por el pasillo y se paraba delante del espejo.
Nunca llegué a saber qué pensaba.
Colgaba cuidadosamente el abrigo en el perchero,
y se colocaba el gorro dejando entrever su pelo corto,
lo iba a añorar.
Le encantaban las fiestas, soñaba con ser cada día más joven,
le gustaba aprender, y no perdía ni un minuto en cosas sin importancia.
Ha sido así hasta el último momento.
Cada vez más feliz, más inocente,
pero ha sido la mejor lección, y el mejor ejemplo.
y donde quiera que esté me ha enseñado que cuanto menos tiempo tienes más necesitas,
en esta vida el tiempo no está para malgastarlo,
porque se puede agotar en cualquier momento.