Tú querías a alguien que te ocupase las noches para no sentir el vacío que dejó pero pronto te agarraste a su vuelta antes de soltarme, me diste el portazo justo cuando ya no me necesitaste porque me lancé en el peor momento a reclamar el 50% de ti que supe que alguien me estaba quitando, de repente, sin más, yo no imaginé, pero sí.
Dijiste "a veces un paso hacia atrás son muchos hacia adelante" y yo me quedé con mi teoría y la tortícolis que me impide mirar hacia atrás aunque aquí delante ya no haya nadie.
Qué le voy a hacer si se me da tan bien recordaros quién estuvo antes que yo, solo porque intentáis encajarme en vuestros moldes premeditados en los que nunca voy a entrar, primero porque no quiero parecerme, y segundo porque no hay límite más patético que la pared de un prejuicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario