sábado, 12 de noviembre de 2011

Verás,

 siempre llevo cuanto necesito: aire en mis pulmones y unas cuantas hojas de papel en blanco.
 Me encanta despertarme por la mañana sin saber qué me deparará el futuro, 
a quién conoceré o dónde me llevará la vida.
 Creo firmemente que la vida es un regalo y no pienso desperdiciarla. Nunca se sabe qué cartas repartirá la próxima vez; aprendes a aceptarla tal como viene, así, 




                          cada día cuenta.

4 comentarios:

NURI▲ dijo...

qué cosa tan bonita por favor! se parece a ti.

Evolet dijo...

Al leer esto solo se me viene a la cabeza una cosa, carpe diem. ¡Un abrazo!

Eva dijo...

Me ha encantado, creo que tienes toda la razón, como tu dices no sabemos lo que nos deparará el futuro por eso es imprescindible aprovechar cada segundo, y hacerlo todo de la forma que queramos sin pensar en los demás.
UN BESAZO <3

Ginebra dijo...

El texto me encantó, qué verdad más grande :) Debo admitir que cuando estoy aburrida pienso más o menos algo parecido, siempre me da fuerzas ;)
Muy bonito blog :))
Un guiño desde:
http://lo-que-perdi-en-el-desvan.blogspot.com/