jueves, 21 de agosto de 2014

Y de repente conoces a una persona, y te cambia la vida para siempre.

La intensidad con la que vivimos los momentos marcan la nitidez con la que pasarán a formar parte de nuestros recuerdos.
Hoy me siento afortunada de saber que mañana, pasado, y dentro de mucho tiempo, podré revivir tus pupilas clavadas en mis ojos. Clavadas en la luz que proyectas. La verde luz que me hace sonreír como una idiota.
Mis pies no han vuelto a tocar el suelo.

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