sábado, 2 de mayo de 2015

Escurriendo los desastres de abril para acabar bien lo que empezó mal.

Menos mal que se han atrevido a ponerle nombre a algo tan bonito como la sensación de acabar de conocer a alguien que sabes que va a ser importante en tu vida.
Menos mal que alguien decidió coincidirme la mirada el tiempo suficiente y decirme la intensidad que capté. Al vuelo. En casa en otros brazos. Esta vez en casa de verdad. Por saberme querer sin decirlo ni una sola vez. Por aprenderte de veras. Por tenerte un poquito más...

No hay comentarios: