viernes, 12 de septiembre de 2014

Despertar sin miedo.

En medio de la noche, quema todavía más. Escuece la herida en medio del alma, y todo lo que puedes hacer es sentirla.
Y poco a poco vas aprendiendo que si hay alguna forma de aliviar el dolor es meterse de lleno en él. Lo dicho, sentirlo. Hasta que sientas que los pedacitos se van fragmentando en otros más pequeños y creas que estás a punto de desaparecer. Hasta que sientas que quieres escapar aunque no sabes muy bien a donde o de qué. Hasta que quieras volver al principio de todo, o evaporarte en el final.
Solo cuando el dolor sea tan insoportable que cueste respirar tu cuerpo decidirá dejar de torturarse pasados los quince minutos.
Porque el dolor es lo único inevitable, y quince minutos son más que suficientes para romper un corazón tan pequeñito que apenas alcanza el puño de una mano.
Y sabréis, que todo el tiempo posterior a esos quince minutos haréis todo lo posible por estar distraídos, por mantener vuestra mente ocupada en cualquier cosa. Sin daros tiempo de que vuestra mente huya de nuevo al lugar del crimen.
Porque somos humanos, y como tal, sieeeempre escuchamos y entendemos solamente lo que nos interesa. De tal manera que luego no diferenciamos entre sentir dolor y sufrir, y acabamos viviendo el sufrimiento como dolor, y el dolor como sufrimiento. O lo que es lo mismo, sufriendo de forma inevitable y prolongando el dolor. Ya que bastaría un simple vistazo al diccionario para descubrir que la palabra "sufrimiento" va definida por "resistir", "soportar", o "someter". En definitiva, sentir dolor por iniciativa propia, y no porque no quede otra.
Puede ser difícil de entender, pero basta con darle un par de vueltas al asunto para comprobar que aprender esta diferencia es una base importante para no dejarse arrastrar por los acontecimientos que no podemos cambiar. Porque todo depende de cómo se mire.
Y yo hoy lo veo todo negro, y esta es la razón por la cual escribo hoy aquí. Porque cuando más oscuro está todo es justo el momento en que está a punto de salir el sol.

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